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La Universidad de Santander en Colombia, la Universidad de las Indias Occidentales en Jamaica y la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, EE. UU., fueron las universidades seleccionadas por el Instituto Nacional de Salud (NIH) de los Estados Unidos, para desarrollar el proyecto CATCH que traduce al español: ‘Estrategia basada en equipos de salud para controlar la hipertensión en el Caribe y Sudamérica’.
El proyecto tiene una duración de seis años y un financiamiento global de seis millones de dorales, que para Colombia significa en estos dos primeros años, 500 millones de pesos para el establecimiento de las acciones de la primera fase.
El estudio busca probar la implementación de una estrategia de atención basada en equipos de salud en entornos de atención primaria en Colombia y Jamaica, para el control de la hipertensión en la población mayor de 35 años. Esto con el propósito de incorporar dicha metodología al sistema de salud, teniendo en cuenta que en anteriores estudios como el Heart Outcomes Prevention and Evaluation 4 (HOPE 4), en el que también participó la UDES por Colombia y que lideró el Population Health Research Institute (PHRI) de la Universidad de McMaster y el Hamilton Health Sciences, se identificó barreras para el adecuado control de la hipertensión arterial en el país.
El estudio HOPE 4 identifica tres limitantes, la primera, el costo del transporte de las personas desde su hogar hasta la consulta ambulatoria. La segunda, el costo de los medicamentos, lo cual disminuye la disponibilidad de la medicación. Y la tercera, el tiempo que las personas pierden para desplazarse a los centros comunitarios y el tiempo utilizado para esperar la atención médica.
Con el estudio HOPE 4 que utilizó un tratamiento antihipertensivo estandarizado, es decir que todos los pacientes hipertensos recibían el mismo tratamiento, proporcionado gratuitamente y entregado en casa, donde se hizo el seguimiento por auxiliares de enfermería dotadas de medios electrónicos con un algoritmo validado y comunicados al consultorio del médico, se logró en el lapso de un año que el 70% de los hipertensos estén bien controlados en los municipios donde se planteó esta nueva estrategia, mientras en aquellos municipios que fueron seguidos con el medio usual del sistema de salud, el control llegó al 32%. Es decir, se mejoró el adecuado control más del doble que el sistema tradicional. Estos resultados publicados en la revista Lancet el año pasado sirvieron de base a la propuesta del proyecto CATCH, con el cual la UDES entra en el exclusivo grupo de universidades que en el mundo reciben soporte del NIH.
En CATCH el personal de salud contará con más herramientas para tomar mejores decisiones en el control de la hipertensión, es decir, “se implementará un tratamiento estandarizado, se realizará el seguimiento en casa, no solo a través del médico, sino a través de todo los miembros del equipo de salud, por eso, la estrategia se llama ‘basada en equipos de salud’. Es así que, la participación de enfermeras, regentes de farmacia, auxiliares de enfermería, trabajadores de la salud de la comunidad entrenados para la implementación del programa, serán fundamentales para el desarrollo de este proyecto que busca facilitar al paciente todas las condiciones para que reciba su tratamiento de manera oportuna y adecuada, mejorando las tasas de control, lo que repercutirá en la disminución de la morbi-mortalidad cardiovascular”, aseguró Patricio López-Jaramillo, investigador principal del estudio y director el Instituto Masira de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UDES.
Santander, Norte de Santander, Atlántico, Cauca, Cesar, Nariño y Quindío, son los departamentos que harán parte del estudio.
“Formar parte de este proyecto aprobado y financiado por la NIH significa para nosotros un respaldo a lo que hemos venido haciendo en los últimos 20 años en Bucaramanga en procura de mejorar el control de la hipertensión arterial, que es la primera causa para enfermedad cardiovascular y para muerte de cualquier causa. Es decir, la hipertensión arterial es el principal asesino que tiene el mundo entero y nosotros desde la UDES, en estos últimos años, hemos liderado procesos reconocidos a nivel internacional que han llevado a que el NHI financie el proyecto”, manifestó López-Jaramillo.
En los siete departamentos seleccionados en el país se identificarán 40 diferentes centros de salud de atención primaria, donde se realizará la educación continuada a todo el equipo de salud y a la comunidad. La propuesta es determinar si la educación incrementa el porcentaje de adecuado control, es decir, que los hipertensos lleguen a tener la presión arterial en menos de 140-90 mmHg, esto se va a comparar con el resto de los centros de atención primaria de esos departamentos, para mostrar que efectivamente la inversión en educación y la inversión en la administración gratuita de los medicamentos, es costo-beneficio en términos de evitar no solo la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y por muerte en general, sino que además representa una significativa reducción de los gastos, que para el sistema de salud representa tratar enfermedades graves como son el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular.
Es así que, la Universidad de Santander, a través del Instituto de Investigaciones Masira de la Facultad de Ciencias de la Salud, busca probar el alcance, la eficacia, la adopción, la implementación y el mantenimiento de una estrategia de atención basada en equipos de salud en entornos de atención primaria en el país.
A través de un estudio clínico aprobado por el INVIMA denominado ‘Anti-Coronavirus Terapia - ACT’, la UDES busca identificar varios tratamientos con medicamentos que actúan sobre la enfermedad del Covid-19 en diferentes momentos de su desarrollo.
El ensayo clínico es liderado en Colombia por Patricio López-Jaramillo, director científico del Instituto de Investigación Masira de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Santander.
A cerca de 4.000 pacientes con diagnóstico de COVID-19 confirmado por PCR, se les realizará un seguimiento en sus casas o quienes necesitan ser tratados en el hospital, recibirán tratamientos con medicamentos que se han mostrado seguros y eficaces en otras enfermedades y de los que existen indicios preliminares que pueden ser eficaces en el manejo del Covid-19.
López-Jaramillo explica que “el estudio clínico estará dirigido a pacientes con enfermedad leve, moderada y grave. Se utilizarán fármacos ampliamente disponibles, solos y en combinación, los cuales potencialmente reducen la carga viral, la inflamación y previenen la trombosis. Cada tratamiento se ha utilizado ampliamente durante muchos años en pacientes con otras enfermedades, las cuales cursan con esas condiciones clínicas, son fármacos seguros y al momento existen datos de estudios experimentales in vitro y estudios clínicos preliminares que sugieren un beneficio de la utilización de estos medicamentos en pacientes con Covid-19”.
Dicho estudio, de alcance mundial, en el que participa la UDES, fue diseñado y conducido por la Universidad de McMaster de Canadá con soporte financiero del Instituto Canadiense para la Investigación Médica, quien coordina el estudio ACT en 13 países. Para el caso de Latinoamérica participan Colombia, Argentina, Brasil, Chile y Ecuador, a través de diferentes universidades que conforman la red de conocimiento que viene trabajando en colaboración desde hace más de 20 años en investigación epidemiológica y clínica.
Según el director científico del Instituto de Investigación Masira, en caso de demostrarse que la administración combinada de estos medicamentos es eficaz y segura, se estará contribuyendo a mejorar el conocimiento de cómo mejorar esta enfermedad, que al momento no tiene demostraciones contundentes de un manejo terapéutico efectivo para evitar la progresión del Covid-19.
Por tanto, una vez los investigadores determinen que alguno de los tratamientos del estudio es más efectivo que otro o que no existe ningún efecto beneficioso, los resultados serán difundidos para la toma de las respectivas recomendaciones y conductas terapéuticas.
“La necesidad de contribuir a la búsqueda de intervenciones para controlar los efectos de la pandemia, nos obliga a utilizar nuestra experiencia para trabajar en red y colaboración, con recursos limitados provenientes de los Sistema de Ciencia y Tecnología. Como no se está probando ningún medicamento nuevo con posibilidad de mercadeo futuro, sino medicamentos que están fuera de patente y son económicos y de fácil acceso, no existe financiamiento de las empresas farmacéuticas. En Colombia el Instituto de Investigaciones Masira de la UDES junto con la Asociación Colombiana de Cuidados Intensivos coordina el estudio y realiza las gestiones pertinentes para obtener en donación los medicamentos que se utilizaran en el estudio”, indicó Lopéz-Jaramillo.
De esta manera, la UDES se suma a los más de 2.000 estudios clínicos que actualmente están en marcha en el mundo entero, que en este caso no utilizarán placebo, es decir todos los pacientes recibirán los medicamentos del estudio y se compararan contra aquellos que reciben el tratamiento estándar actual que se utiliza de rutina en cada participante.
La Universidad de Santander, campus Valledupar, realizará de manera on-line el congreso Open Science: perspectivas de Investigación e Innovación para las Américas los días 4 y 5 de diciembre, con el fin de aportar transferencia de conocimiento, a través del concepto de ciencia abierta e integrar las funciones sustantivas de la universidad de la empresa y del estado para contribuir en el bienestar social de las comunidades.
La jornada académica internacional que reunirá a reconocidos ponentes de diferentes partes del mundo para tratar temas en torno a la investigación, la tecnología y la innovación, incluye conferencias magistrales en diferentes áreas de conocimiento, presentación de trabajos de investigación en el marco de las líneas temáticas del congreso, panel de expertos en áreas de conocimiento establecidas y talleres de formación especializada en temáticas de interés para el desarrollo de procesos de investigación e innovación.
El rector de la Universidad de Santander, Campus Valledupar, Carlos Morón Cuello, manifestó que esta es una forma de la Universidad vincularse a los procesos que tienen intima relación con la ciencia, la tecnología e innovación. “Consideramos que el país y en especial la región tienen que despertar en estos temas que se tratarán en el Congreso Internacional, con el fin de ser más competitivos, lograr mayor integración y diversificación y poner el talento al servicio de la comunidad y el país, para que se pueda avanzar en investigación y competitividad”.
El líder de la UDES en Valledupar extendió la invitación a la comunidad en general, de manera especial a la científica para que participen activamente del congreso que se realizará en diciembre próximo y que tiene como fin aportar al desarrollo económico y social.
En ese sentido la Vicerrectora Académica, Hedilka Jiménez Ríos, afirmó que la Universidad en el marco del cumplimiento de sus funciones sustantivas, le apunta a la realización de este evento de investigación y de innovación en tiempos de pandemia, con el fin de aportar soluciones a las diferentes problemáticas en aquellos sectores más importante del país como la salud, el desarrollo económico, los procesos industriales y el desarrollo humano desde el enfoque de la innovación social.
Por lo anterior, quienes decidan participar del primer Congreso Internacional Open Science: Perspectivas de Investigación e Innovación liderado desde la Universidad de Santander, Campus Valledupar, dirigido a estudiantes, graduados y funcionarios del alma mater, estudiantes externos, personal externo internacional y estudiantes internacionales, podrán hacerlo aportando los datos correspondientes en el link a continuación:
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Los ataques cardíacos, los derrames cerebrales y otros incidentes cardiovasculares se pueden reducir entre un 20% y un 40% mediante el uso de una polipíldora que combina tres medicamentos para la presión arterial y para reducir el colesterol tomádonse sola o acompañada con la aspirina.
Un estudio internacional en el que participó la Universidad de Santander (UDES) y que se realizó con personas sin enfermedad cardíaca previa o accidente cerebrovascular previo, pero con riesgo intermedio de sufrirlos, encontró que la polipíldora puede reducir el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, procedimientos de revascularización (como angioplastia o cirugía cardíaca) u otros eventos cardiovasculares en aproximadamente un 20%, y la combinación de la polipíldora más la aspirina puede reducir estos eventos cardiovasculares hasta en un 40%.
“Este es el comienzo de un enfoque transformador para prevenir las enfermedades cardíacas. Podríamos salvar a millones de personas de sufrir enfermedades cardíacas graves o accidentes cerebrovasculares cada año con el uso eficaz de la polipíldora y la aspirina”, dijo Salim Yusuf, investigador principal del estudio y profesor de medicina en la Universidad de McMaster de Canadá.
Salim Yusuf es investigador principal del estudio TIPS-3 y director del Population Health Research Institute of McMaster University y Hamilton Health Sciences in Hamilton, Canadá.La enfermedad cardiovascular es la enfermedad grave más común a nivel mundial, representa alrededor de 18 millones de muertes cada año, con más del 80% de éstas en países de ingresos medianos y bajos. Más de 40 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por eventos cardiovasculares cada año, si se incluyen aquellos que sobreviven y se recuperan de un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
“La polipíldora no solo es eficaz, es probable que sea costo-efectiva, ya que se basa en el uso de medicamentos genéricos de uso común”, señaló Patricio López-Jaramillo, co-investigador principal del estudio y director científico del Instituto de Investigaciones Masira de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Santander (UDES). "La polipíldora es conveniente para los pacientes, ya que combina varios medicamentos eficaces en una sola píldora y se toma una vez al día, por lo que mejora la adherencia".
El estudio se realizó en 89 centros de nueve países y fue coordinado globalmente por el Population Health Research Institute (PHRI) de la Universidad de McMaster y el Hamilton Health Sciences. En Colombia participaron 5 centros de investigación clínica de Bucaramanga, Barranquilla, Armenia, Manizales y Pereira que incluyeron 489 pacientes de los 5.718 que constituyeron la muestra total del estudio.
“Además de dejar de fumar, los factores de riesgo modificables que más influyen en la prevención de la enfermedad cardiovascular son controlar la presión arterial alta y el colesterol elevado, por lo que queríamos probar si la polipíldora junto con la aspirina, que ha demostrado su valor en personas con enfermedad vascular establecida, es también una combinación efectiva para evitar los eventos cardiovasculares en personas sin antecedentes de la enfermedad, pero que son consideradas de riego moderado por la edad y la hipertensión, y son los pacientes que vemos más frecuentemente en la práctica médica rutinaria”, explicó López-Jaramillo.
Patricio López-Jaramillo es investigador principal del estudio TIPS-3 en Colombia y Director Científico del Instituto de Investigaciones Masira de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Santander, en Bucaramanga.El estudio se publicó en la revista médica más importante, el New England Journal of Medicine y los investigadores presentarán los resultados del estudio en la próxima reunión de la American Heart Association.
“Los resultados del estudio tienen implicaciones para reducir la carga de enfermedades cardiovasculares a nivel mundial. Incluso si solo un tercio de las personas elegibles reciben la polipíldora, su uso probablemente evitará que millones de personas experimenten enfermedades cardiovasculares graves en todo el mundo”, dijo José Luis Accini, médico investigador del estudio en Barranquilla.
"También abre el camino para un enfoque comunitario con trabajadores de la salud que trabajen bajo la supervisión de un médico, lo que permite que la píldora llegue a un gran número de personas", comentó López-Jaramillo autor del estudio HOPE-4, el cual demostró en Colombia que el seguimiento en casa de los pacientes hipertensos utilizando a auxiliarles de enfermería, permitió un adecuado control en el 80% de los pacientes.
"El uso de la polipíldora beneficiará ampliamente a las personas tanto en los países ricos como en los pobres, ya que existen importantes brechas en los tratamientos en la población a nivel mundial", dijo Salim Yusuf.
La información provino del estudio International Polycap Study 3 (TIPS-3) que siguió a los participantes un promedio de 4.6 años. Los hombres del estudio tenían 50 años o más y las mujeres 55 años o más. Aunque la formulación de diferentes polipíldoras puede variar, la polipíldora utilizada en este estudio incluyó 40 mg de simvastatina; 100 mg de atenolol; 25 mg de hidroclorotiazida y 10 mg de ramipril. Se puede combinar con 75 mg de aspirina al día.
“La próxima generación de polipíldoras con medicamentos más nuevos y potentes, probablemente tendrán mayores reducciones en los factores de riesgo y, por lo tanto, puede ser aún más eficaz para reducir las enfermedades cardíacas a medida que mejoran las formulaciones de las polipíldoras”, complementó López-Jaramillo.
En este momento, la polipíldora probada en este ensayo está disponible en la India y en algunos países de África. Hay diferentes polipíldoras disponibles en Europa, Sudamérica y Corea del Sur, y se están desarrollando nuevos polipíldoras en Norteamérica y China.
Los beneficios de la combinación de la polipíldora junto con aspirina en aquellos que tomaron los medicamentos sin interrupción fueron mayores y su uso se asoció con una reducción del riesgo del 40%. Entre los que tomaron la polipíldora junto con la aspirina, el 4,1% experimentó un evento cardiovascular grave, en comparación con el 5,8% de los que recibieron el doble placebo.
El estudio TIPS-3 cuenta con el apoyo de varias agencias de ciencia y tecnología, incluidas Wellcome Trust UK, Canadian Institutes of Health Research, Heart and Stroke Foundation of Canada, Hamilton Health Sciences Research Institute y Cadila Pharmaceuticals.
Según el Instituto Nacional de Cancerología en Colombia, las tasas de incidencia por cáncer de colon van en ascenso, tanto en hombres como en mujeres, es así que, entre los tumores malignos, es el cuarto con mayor tasa de mortalidad en el país, después del de mama, próstata y cérvix; de ahí, la importancia de buscar alternativas para el diagnóstico y tratamiento.
De esta manera, en el marco del programa de Colombia Científica, la Universidad de Santander avanza en el proyecto NanoBioCáncer, liderado por la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) de Medellín, en el que también participan la Universidad de Medellín, la Universidad de Antioquia, la Universidad del Tolima y la Universidad del Quindío.
Es así que, múltiples instituciones a nivel nacional buscan alternativas para el tratamiento del cáncer de colon, una enfermedad silenciosa y altamente mortal. Según Nohora Juliana Rueda Forero, investigadora del grupo Biomol y líder de este proyecto en la UDES, “el programa de NanoBioCáncer es una iniciativa que busca a partir de las bondades naturales y científicas que tenemos en nuestro país, proponer moléculas que cuenten una actividad promisoria para contribuir en el control de la proliferación del cáncer de colon”.
De manera que, a través del trabajo conjunto cada institución estudia moléculas de diferentes orígenes, entre estas: hongos, extractos de frutas y para el caso de la Universidad de Santander (UDES) la propuesta surte de moléculas que provienen de una bacteria llamada Bacillus thuringiensis, la cual tiene muchas aplicaciones biotecnológicas y se ha perfilado como una buena fuente de proteínas anticancerígenas.
Sin duda, el reto es lograr un diagnóstico a tiempo, y un tratamiento efectivo, según Rueda Forero, “el grupo de investigación en Biología Molecular y Biotecnología de la Universidad de Santander, vinculado al programa NanoBioCáncer busca a partir de la bacteria Bacillus thuringiensis, incorporar tecnologías de simulación en computadores, en donde través de un software se logre realizar variaciones a las moléculas de interés, así como contrastarlos con mutaciones in vitro, en nuestro caso, a una proteína, estas variaciones específicas son muy estudiadas en puntos estratégicos, de manera que, nos permite entender cómo funciona, cuáles son las características que tiene que la hacen anticancerígena, es así que, a partir de dichas variaciones de proteínas vamos a evaluar su injerencia con las líneas celulares de cáncer”.
Cabe destacar que, a través de este programa, los investigadores UDES tienen como foco estudiar cómo se forman los tumores en el cáncer de colon y además, buscan encontrar al menos una proteína de todas las que desarrollan en el laboratorio. Según Rueda Forero, “buscamos al menos una proteína que sea más potente que la nativa, la cual será entregada a los siguientes proyectos, en nuestro caso, el siguiente proyecto sería el encapsulador, porque la intención es hacer todo el desarrollo desde la molécula, la encapsulación, el marcaje e incluso la evaluación en un modelo animal”.
De manera que, la UDES realizaría la entrega de la molécula, para que dicha encapsulación la realice la Universidad de Antioquia con Ruta N y la Universidad Pontificia Bolivariana. “Una vez esta proteína sea encapsulada, la siguiente fase sería marcarla con anticuerpos para que pueda llegar hasta el tumor en forma de pastilla, sobreviviendo el paso por estómago y el intestino, hasta llegar al colon y justo allí, con dichas marcas nuestra proteína pueda adherirse específicamente al tumor. Finalmente, una vez realizado todo este proceso, se realizará la evaluación en modelos de ratones”, explicó Rueda Forero.
De esta forma, la UDES avanza en este proceso científico técnico, el cual además tiene como meta el fortalecimiento de las capacidades de investigación orientado a las instituciones no acreditadas, la cuales pueden dar pasos hacia la acreditación, así mismo, la Universidad de Santander busca fortalecer los lazos de investigación en Colombia para desarrollar proyectos posteriores, una vez concluya el proyecto en el año 2022.
La Universidad de Santander participa en el programa de Colombia Científica, en la modalidad de ecosistema científico, con dos proyectos, uno liderado por la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) de Medellín que tiene como objetivo buscar alternativas para el tratamiento del cáncer de colon y otro dirigido por la Universidad Industrial de Santander (UIS), orientado a combatir la leucemia mieloide aguda.
“El programa Colombia Científica ha sido una de las apuestas más importantes del país en el fortalecimiento de la capacidad investigativa de las universidades y también de la creación de redes de conocimiento. Ha sido una plataforma importante para promover la articulación entre las universidades con instituciones o centros de investigación internacionales y también con el sector productivo. Es un claro ejemplo de la integración de la universidad, la empresa y el Estado en el marco de la cooperación científica y de la internacionalización de la investigación”, manifestó Susan Benavides Trujillo, vicerrectora de Investigaciones.
El proyecto de NanoBioCáncer está enfocado en la aplicación de la nanobioingeniería para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de colon. Según Nohora Rueda Forero, investigadora del grupo Biomol y líder de este proyecto, “esta es una apuesta significativa en la medida en que buscamos proponer una molécula que pueda tener el efecto de prevenir la proliferación del cáncer de colon. Así mismo, esperamos contribuir a nuestra línea de investigación en el mejoramiento genético, explorando una proteína como la parasporina, que es producida por la Bacillus thuringiensis, una bacteria que llevamos estudiando por años, por sus actividades insecticidas y ahora se proyecta como una buena fuente de proteína anticancerígena”.
Por su parte, el programa BioReto XXI 15:50 busca el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad colombiana, a través del estudio de aceites esenciales y extractos de 50 plantas para el diseño de por lo menos 15 prototipos de bioproductos, que serán utilizados en sectores como el de salud.
En el marco de este programa, Liliana Torcoroma García Sánchez, directora del doctorado en Enfermerdades Infecciosas y líder del Proyecto 13 del programa BioReto XXI 15:50, busca a partir de los derivados de plantas nativas como la Lipia Alba, conocida por las comunidades campesinas como Pronto Alivio, el desarrollo de un medicamento con efectos antileucémicos.
“Trabajar en alianza con las mejores universidades del país en proyectos de este tipo de Colombia Científica, que buscan impulsar el desarrollo regional y responder a los retos del desarrollo social y productivo del país, específicamente en el foco estratégico de salud, indudablemente genera un posicionamiento importante como una Institución responsable socialmente y garantiza el cumplimiento de las funciones misionales y los objetivos estratégicos en nuestro proyecto educativo”, indicó Gladys Lizarazo Salcedo, vicerrectora de Posgrados.
Para cada una de estas alianzas en las que participa la UDES con otras universidades del país, Colombia Científica ha destinado un monto máximo de hasta 20.000 millones de pesos, que han sido dispuestos para la ejecución de estas iniciativas.
Según Benavides Trujillo, “estos programas tienen una duración de 48 meses, nosotros vamos en la mitad de la ejecución de los dos proyectos, en dos focos estratégicos, uno del área de la salud y otro de nanotecnología”.
La participación en estos dos proyectos de interés internacional es significativo para la UDES, en la medida en que es reconocida por su aporte al mejoramiento y solución de las problemáticas que afectan a su entorno social y a su vez, esto permite el fortalecimiento de los grupos de investigación de cara a los retos de la Acreditación Institucional.
Así mismo, Benavides Trujillo destacó que “el programa Colombia Científica es realmente importante para impulsar el desarrollo de la ciencia en las regiones y en el país y, a mi modo de ver, es un programa inclusivo que ha permitido la unión de universidades acreditadas, robustas, con experiencia en investigación, llamadas universidades ancla, que necesariamente han tenido que vincularse o integrarse con universidades en desarrollo o en formación, o que están en procesos de acreditación en alta calidad; para permitir también un padrinazgo en todos los procesos de investigación y de excelencia académica”.
De esta manera, la Universidad de Santander avanza en dos proyectos estratégicos que fortalecen la calidad de las Instituciones de Educación Superior, mediante la generación de nuevo conocimiento e innovación, desarrollos tecnológicos y programas de posgrado que permiten fortalecer la investigación en el país.
Colombia Científica es un programa del Gobierno Nacional que busca mejorar la calidad de las Instituciones de Educación Superior, en las dimensiones de investigación, docencia e internacionalización, así como apoya la consolidación de un sistema de investigación e innovación de excelencia científica articulada con el sector productivo, para contribuir a mejorar la competitividad, productividad y desarrollo social del país.
Este programa se promueve a través de la alianza interinstitucional entre los ministerios de Educación, de Comercio, Industria y Turismo, y el de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Iván David Serna y Walter Pardavé, profesores e investigadores de la Universidad de Santander harán parte del selecto grupo de académicos expertos en temas ambientales, que expondrán sus conocimientos durante el sexto taller internacional ‘UI GreenMetric World University Rankings’ (IWGM, por sus siglas en inglés).
Para esta oportunidad, este renombrado evento que lidera la Universidad de Indonesia en colaboración con la Universidad de Zanjan (Irán), se desarrollará del 13 al 15 de octubre a través de las plataformas virtuales Zoom meeting y You tube; con el fin de continuar presentando al mundo las mejores propuestas de investigación que actualmente lideran las más destacadas instituciones de educación superior en materia ambiental.
“Que dos de nuestros investigadores hayan sido seleccionados para exponer sus proyectos en este evento, representa un mérito de bastante significado porque refleja el nivel y la calidad de los proyectos que lideran nuestros profesores, los cuales como vemos son de total interés para la comunidad científica internacional en materia ambiental. En este espacio solo se expondrán 19 pósters y 64 conferencias, elegidas entre las mejores propuestas mundiales postuladas por cada una de las 780 universidades que hace parte de este ranking”, explicó Patricia Plata, gestora ambiental de la política institucional UDES Verde.
Al hacer parte la UDES del listado de las universidades más sostenibles del mundo, reconocida como la primera en el Nororiente colombiano y la 13 en Colombia; tiene la posibilidad de postular para cada edición de este evento, las investigaciones que considera de mayor impacto por su pertinencia, eficacia y aporte en alguna de las áreas a tratar: educación, transporte, energía y cambio climático, gestión de residuos y agua, y entorno e infraestructura.
La edición 2020 abordará principalmente el tema ‘Responsabilidad de las universidades por los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Desafíos Complejos del Mundo’, sirviendo como plataforma para el intercambio de buenas prácticas y el fortalecimiento de la cooperación internacional para la gestión de la sostenibilidad desde los campus.
El taller tiene dos modalidades de participación: conferencia y póster. En la primera, se vinculará el profesor Iván David Serna Suárez, quien es ingeniero eléctrico, magíster y doctor en Ingeniería Eléctrica, y ejerce como actual coordinador académico de la Maestría en Recursos Energéticos. Durante el panel ‘Innovaciones para la gestión de la energía y el cambio climático en las universidades’ presentará la conferencia ‘Diseño y planificación del sistema energético del edificio. Caso Universidad de Santander’.
Sobre lo que dará a conocer en el panel que integrará junto a expertos de Hungría, Alemania y Canadá, el ingeniero Serna afirmó “la experiencia y lecciones aprendidas en el diseño y planificación de un Sistema Bioelectroquímico (BES), el cual se compone de un sistema fotovoltaico. Con esta idea logramos destacar la importancia identificada de una adecuada política de eficiencia energética y análisis de la regulación eléctrica”.
Por su parte, en la modalidad de póster, el profesor Walter Pardavé, quien es ingeniero metalúrgico, especialista en Ingeniería Ambiental y en Educación, además de magíster en Ecoauditorías y en Ingeniería Metalúrgica; expondrá el proyecto ‘Biocarbono a partir de los residuos de poda y jardinería en el campus de la Universidad de Santander, mediante un sistema de pirólisis con mínima emisión de gases’.
Frente a lo que representa su trabajo investigativo, el ingeniero Pardavé, quien hace parte del cuerpo docente del programa del Ingeniería Ambiental UDES, resaltó “estos son los resultados de un sistema a nivel piloto que desarrollamos para el proceso térmico de pírolisis, con el fin de obtener biocarbono con mínima emisión de gases contaminantes. El bicarbono obtenido se puede emplear como adiciones a suelos para incrementar los bosques que rodean el campus universitario”.
A través de una innovadora propuesta de nivel bioinformático, Efraín Hernando Pinzón-Reyes, docente investigador del Laboratorio de Biología Molecular y Biotecnología (Biomol), de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UDES, busca reducir el tiempo de investigación experimental mediante algoritmos, con los cuales se podrían lograr resultados de simulación en semanas, esto teniendo en cuenta que este tipo de investigaciones pueden tardar meses o incluso años de trabajo.
Por medio de esta propuesta computacional, Pinzón-Reyes en colaboración con Miguel Orlando Suarez-Barrera, Nohora Juliana Rueda-Forero, Sebastián Abaunza-Villamizar y Paola Rondón-Villarreal, también investigadores del Laboratorio Biomol; junto con Daniel Alfonso Sierra-Bueno, profesor de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Industrial de Santander (UIS) e investigadores del Centro de Bioinformática y Simulación Molecular de la Universidad de Talca (Chile), exploraron la posibilidad de obtener nuevas variantes de toxinas Cry11 para controlar vectores propagadores de enfermedades, mediante técnicas bioinformáticas recombinantes de ADN como una alternativa al campo de estudio de la evolución dirigida.
Efraín Pinzón-Reyes junto con equipo de investigadores del Laboratorio de Biología Molecular y Biotecnología (Biomol), de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UDES, durante una jornada tomada antes de la pandemia.De manera que, por medio de la bioinformática y haciendo uso de técnicas computacionales se almacena y gestiona información de tipo biomolecular, “en este caso específico dicha búsqueda computacional se centró en las mutaciones benéficas del ADN de los genes Cry11 que producen toxinas que permiten el bio-control de insectos propagadores de enfermedades, como el Aedes aegyptis, mosquito que propaga la malaria, el dengue y enfermedades tropicales”, manifestó Pinzón-Reyes.
Cabe destacar que las toxinas Cry11 se dan por procesos naturales en bacterias benéficas, que no tienen efectos secundarios en otros organismos o en el ser humano. Según el Pinzón-Reyes, “nuestro trabajo ha sido estudiar cómo podemos encontrar nuevas variantes de toxinas Cry de la bacteria Bacillus thuringiensis, para obtener proteínas con características mejoradas de interés biotecnológico, que posiblemente puedan ser usadas como bio-controladores para los vectores de propagación de enfermedades”.
Esta investigación fue publicada en la revista internacional Evolutionary Bioinformatics, la cual está orientada en las técnicas innovadoras a nivel computacional. Es así que, la Universidad de Santander avanza en la investigación en el área bioinformática, por medio del proyecto que lidera este investigador desde hace diez años.
Por su parte, Pinzón-Reyes destaca la colaboración de grandes investigadores, entre estos el apoyo del Centro de Bioinformática en Simulación y Modelado, de la Universidad de Talca, donde realizó su estancia posdoctoral de la mano del profesor Jans Alzate. “Mi paso por la Universidad de Talca en Chile ha sido crucial, allí me he entrenado en técnicas modernas de análisis molecular, y he tenido a disposición su infraestructura de hardware para hacer simulaciones de alto coste computacional”, destacó el investigador UDES.
De esta manera, los investigadores del Laboratorio Biomol buscan obtener nuevas proteínas, realizar mejoras en el bio-control de transmisores de enfermedades, control de plagas para cultivos y algunos elementos terapéuticos, que requieren ayuda experimental, en este caso a través del ejercicio computacional.
El investigador Efraín Hernando Pinzón-Reyes es ingeniero de sistemas y cuenta con una maestría y un doctorado en Ingeniería de la Universidad Industrial de Santander.“En este momento, los resultados de esta investigación son promisorios en el sentido de que tenemos un software, hicimos un algoritmo, replicamos el barajado de ADN en toxinas Cry11 y ensayamos lo que nos daba el computador. Es decir, si a nivel experimental funcionaba, efectivamente el computador estaba pronosticando, entonces vamos por buen camino”, afirmó Pinzón-Reyes.
Es por esta razón que, la Universidad de Santander avanza en esta línea de investigación, la cual permite saltar las barreras del conocimiento y las limitaciones que hay a nivel experimental de tipo sanitario y agronómico con alternativas para el tratamiento terapéutico, a través de la formulación de nuevos proyectos e iniciativas en todas las áreas donde se requiera mejorar el potencial biotecnológico.
Las enfermedades infecciosas tienen un alto impacto en la salud mundial, transcendiendo las fronteras de continentes y naciones, por esta razón la Universidad de Santander decidió apostarle a la investigación y al desarrollo científico en esta campo del conocimiento, a través del Doctorado en Enfermedades Infecciosas aprobado recientemente por el Ministerio de Educación Nacional, y que se convierte en una oportunidad de formación del más alto nivel para el talento humano de la región.
De esta forma, este programa de doctorado de la UDES se presenta como una contribución al fortalecimiento de las capacidades científicas, académicas y sociales para hacer frente a las enfermedades infecciosas. Según William Reyes Serpa, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, “esta es una respuesta al propósito que tiene la academia en la formación de profesionales altamente calificados, así como su compromiso por generar investigación aplicada y nuevo conocimiento alrededor de las principales problemáticas de la sociedad”.
Es preciso mencionar que la patología infecciosa es una importante causa de mortalidad, morbilidad y discapacidad que no sólo afecta a los países en desarrollo, sino también a los países desarrollados. De acuerdo con Liliana Torcoroma García Sánchez, directora del Doctorado en Enfermedades Infecciosas, “lo que estamos viviendo ahora, y tal vez con mayor visibilidad en las últimas dos décadas, es que las enfermedades infecciosas altamente contagiosas, letales y de difícil manejo han nublado el panorama, devolviendo al mundo casi a las condiciones de los siglos pasados, casi que a los tiempos de la gripe española, el sarampión, la sífilis y la peste”.
Los aspirantes a este posgrado tendrán la oportunidad de actualizar sus conocimientos con el máximo rigor científico, para incorporar los últimos avances en el abordaje de la patología infecciosa en su práctica médica diaria.
Por otra parte, cabe destacar que para la formulación de este posgrado, la UDES tuvo en cuenta dos grandes factores, uno de ellos fue la experiencia exitosa y la calidad de los procesos académicos e investigativos de su programa de Maestría en investigación en Enfermedades Infecciosas, y la otra fue el convenio de colaboración con la Corporación para Investigaciones Biológicas (CIB). Esta institución fue clasificada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias), como un centro de excelencia por el trabajo a nivel nacional e internacional que realiza en investigación básica, clínica y desarrollo tecnológico en el área de las ciencias biológicas.
De esta manera, la alianza estratégica de la UDES con la CIB, ha permito avanzar de forma sinérgica en la búsqueda de la mayor complejidad investigativa brindada para la formación doctoral, para contribuir a satisfacer las necesidades de formación del talento humano para la generación de conocimiento científico que modifique de manera importante el abordaje de estas enfermedades.
Los futuros doctores que se graduen de este programa, podrán desempeñarse como docentes orientados a la formación de talento humano en todos los niveles de la formación universitaria, al igual que podrán conformar equipos multidisciplinarios entidades académicas y de servicios de salud, para el establecimiento de políticas de contención y prevención de patologías infecciosas. Adicionalmente, podrán desempeñarse en empresas farmacéuticas y de desarrollo de productos tecnológicos en procesos de innovación y optimización de alternativas farmacológicas y diagnósticas.
Sobre las líneas de investigación previstas en el posgrado, se abordarán “problemáticas como el dengue, las diarreas, y las infecciones respiratorias; asimismo, se estudiarán enfermedades olvidadas pero de gran importancia en nuestro país como la enfermedad de Chagas y la Leishmaniasis. Igualmente, se abordarán las infecciones asociadas con el cambio climático y el ambiente hospitalario. Todo esto, desde el punto de vista del entendimiento de los mecanismos básicos de la biología de los agentes infecciosos, sus huéspedes, pero también abordando soluciones farmacológicas que incluyen nuevos medicamentos que van desde lo natural hasta los nanobiofármacos, así como, soluciones diagnósticas o de prevención y atención en salud”, explicó García Sánchez.
Por: Shirley Peña Pabón
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El Ministerio de Educación Nacional otorgó el registró calificado por 7 años al primer programa de doctorado de la Universidad de Santander en Enfermedades Infecciosas, adscrito a la Facultad de Ciencias de la Salud y único en su tipo en el país, con el que se busca contribuir al análisis y resolución de los problemas de salud pública regionales y nacionales.
Este programa permitirá la formación del más alto nivel académico de investigadores expertos en enfermedades infecciosas, que contarán con la capacidad de contribuir al avance científico y estudio de este tipo de patologías. “Este posgrado tiene mucha relevancia teniendo en cuenta que es el primer doctorado de la UDES y es el primero en su tipo en el país y, por otra parte, se suma como el sexto doctorado que se ofrece en la región. Además, este programa aborda uno de los problemas más graves de la humanidad y por supuesto de Colombia, teniendo en cuenta que las enfermedades infecciosas siguen siendo una causa importante de morbi-mortalidad. Ofrecer este programa nos permite contribuir a la solución de las problemáticas de salud pública”, manifestó Jaime Restrepo Cuartas, rector general de la Universidad de Santander.
El doctorado que está dirigido a los profesionales de las áreas de medicina, bacteriología, microbiología, enfermería, odontología, medicina veterinaria y carreras afines con las ciencias de la salud y ciencias biológicas; responde “de manera pertinente a las necesidades del entorno social, teniendo en cuenta que en los últimos 20 años los agentes emergentes y reemergentes de enfermedades como el SARS, el MERS, el ébola, el dengue, el zika, el chikungunya, la influenza A(H1N1) y el reciente Covid-19 han evidenciado más que nunca, que las infecciones continúan siendo una amenaza y un marcador disruptivo de la vida humana”, explicó Liliana Torcoroma García Sánchez, directora del doctorado en Enfermedades Infecciosas.
De esta forma, la UDES manifiesta su compromiso de generar investigación aplicada y nuevo conocimiento alrededor de las principales problemáticas de la sociedad, teniendo en cuenta que en el mundo las enfermedades infecciosas representan la principal causa de muerte en niños menores de cinco años y la segunda causa de muerte en la población en general.
Según García Sánchez, “la apertura de este doctorado es un motivo de orgullo, a través del cual se consolidan años de esfuerzo de nuestra comunidad académica, dedicada a la investigación y resolución de problemas asociados al origen y permanencia de las infecciones y su impacto social, que ya se han venido estudiando en el marco de la maestría en Investigación en Enfermedades Infecciosas, que oferta desde unos años la UDES”.
Con este programa la UDES busca aportar al sector salud, específicamente en la reducción de las altas tasas de morbi-mortalidad por causas infecciosas. Según William Reyes Serpa, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, “el doctorado en Enfermedades Infecciosas contribuirá en la formación del talento humano de la más alta calificación académica y científica que requiere la región y en el país, como es la formación doctoral, actualmente deficitaria, en momentos como el que está atravesando la humanidad por causa de una pandemia ocasionada por una enfermedad infecciosa. De manera que la pertinencia de este programa permitirá la formación del talento humano idóneo para que en el mediano plazo una vez se gradúen los primeros doctores (PhD), éstos puedan abordar este tipo de problemas, en la medida de sus aportes, al avance del conocimiento mediante la investigación científica de calidad”.
Por otra parte, se destaca la importante participación que tuvo la Corporación para Investigaciones Biológicas (CIB) de Medellín, en la formulación y acompañamiento de todos los procesos de este doctorado, por medio de una alianza estratégica con este centro de excelencia en investigación, especializado en el estudio de agentes infecciosos y de sus enfermedades.
Durante los cuatro años de duración que tiene el posgrado, los doctorandos adquirirán una formación integral con sólidas competencias como investigadores, líderes en la formulación de proyectos de estudios de ciencia básica, desarrollo tecnológico, así como de programas de vigilancia, diagnóstico y control de infecciones complejas. De igual forma, los graduados de la maestría en investigación en Enfermedades Infecciosas que deseen en acceder a este posgrado, podrán convalidar sus estudios y finalizar el doctorado en un tiempo mínimo de seis semestres.
La Universidad de Santander celebra la apertura de este nuevo doctorado con el que se abordarán las infecciones de mayor impacto en la región y el país, promoviendo soluciones farmacológicas, diagnósticas y de prevención y atención en salud.
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Jefe Crédito y Cartera
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Universidad de Santander UDES. Vigilada Mineducación.
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