Investigadores UDES estudian la cúrcuma y la sacha inchi para desarrollar nuevos tratamientos anticancerígenos

La Universidad de Santander (UDES) desarrolla un innovador proyecto de investigación que busca mejorar los tratamientos contra el cáncer. Para ello, los investigadores están estudiando una proteína especial llamada parasporina-2, producida por una bacteria, la cual tiene la capacidad de atacar exclusivamente las células cancerosas sin dañar las células sanas.

En este estudio, están analizando pequeños fragmentos de esta proteína, conocidos como fragmentos peptídicos, para ver si, al combinarlos con compuestos naturales como la cúrcuma y el sacha inchi, pueden potenciar su efecto y hacer que sean aún más eficaces en la lucha contra el cáncer.

Esta iniciativa, ganadora en la “Convocatoria Orquídeas: Mujeres en Ciencia 2024” del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, busca desarrollar nuevas estrategias terapéuticas menos invasivas que las actuales.

Al respecto, Jenniffer Cruz Laiton, investigadora principal del estudio, explicó que la parasporina-2 es una proteína con actividad anticancerígena derivada de la bacteria Bacillus thuringiensis. “Existen seis tipos de parasporinas, y en nuestro grupo de investigación en Biología Molecular y Biotecnología de la UDES nos enfocamos en la parasporina-2, ya que ha demostrado alta toxicidad contra células cancerígenas sin afectar células sanas”, señaló.

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Además, destacó que el estudio incluye productos naturales como el sacha inchi y la cúrcuma, ambos con potencial terapéutico. “El sacha inchi ha sido denominado por Naciones Unidas como la ‘super semilla’ que busca cultivar la paz en Colombia, con producción en regiones como Charta (Santander). Mientras tanto, la cúrcuma es conocida por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para controlar el crecimiento de tumores”, explicó la investigadora.

El equipo busca demostrar que la combinación de estos compuestos con fragmentos de parasporina-2 podría potenciar su efecto contra el cáncer de mama, colorrectal y cervical.

Igualmente, la joven investigadora Natalie Andrea Ardila Carreño, quien también hace parte del proyecto, explicó los pasos actuales de la investigación. “Ya hicimos la fase computacional para diseñar los péptidos con ayuda de inteligencia artificial y biología computacional. Ahora vamos a realizar la síntesis en Chile y, posteriormente, evaluaremos su efecto en líneas celulares cancerígenas”, detalló.

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Por su parte, el profesor Miguel Suárez Barrera, director del laboratorio de Biología Molecular y Biotecnología de la UDES y asesor del proyecto, enfatizó que esta investigación es la continuación de un trabajo previo enmarcado en la iniciativa NanoBioCáncer. “Desde mi doctorado hemos trabajado en la modificación genética de la parasporina para mejorar su interacción con células cancerígenas. Aunque hay poca información sobre este tipo de proteínas, eso nos convierte en pioneros y nos ha permitido establecer colaboraciones con universidades de Europa y América Latina”, indicó.

El desafío de esta investigación radica en la validación científica del efecto sinérgico entre los péptidos y los compuestos naturales. Si los resultados son positivos, se abriría una nueva vía para desarrollar fármacos innovadores que no solo sean efectivos, sino que también reduzcan los efectos secundarios de los tratamientos convencionales como la quimioterapia y la radioterapia.

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 Por: María Camila Coronel