Excombatiente crea tejido social desde el arte y la pintura

«Desde niño siempre tuve esa inspiración; esa facilidad de dibujar, de pintar y por el conflicto al que fui obligado a participar, no pude desarrollar mi pasión por pintar». Son las palabras de Jhon Jairo Torres Mora, quien ahora va por las instituciones educativas enseñando su pasión, arte o “don”, como él lo llama, plasmando, con diversos colores y en una superficie, su experiencia del conflicto.

 

La vida para Torres Mora no fue sencilla, muy niño fue reclutado, primero por la guerrilla y luego pasa a mano de los grupos paramilitares donde lo obligaron a militar las filas para defender, como le decían sus superiores, “proteger al colombiano de la oligarquía”.

«Luego de ser detenido por insurgencia, pude apreciar que allí dentro de la cárcel vi las cosas diferente; me llené de confianza y me dediqué a mi pasión: pintar… Dibujar y viajar a otro mundo en mi mente con el arte», puntualiza Torres.

Por su paso en la Universidad de Santander UDES, en el marco del convenio de la alianza entre la UDES y la Agencia Nacional de Reincorporación – ANR, Jhon Torres compartió y contó su experiencia de vida a través de la pintura y el arte, a estudiantes de diferentes programas de la institución. En la actividad, los participantes aprendieron de sus técnicas en la pintura y aceptaron la oportunidad de que Jhon pueda rehacer su vida y darle a la sociedad un mundo mejor con su compromiso social.

«Para mi, estos espacios son maravillosos porque enseño a los muchachos a pintar y conocer una realidad del país que poco conocieron realmente; y también, abro el espacio para que la misma sociedad, brinde la oportunidad de que personas como yo, vuelvan a vivir y ser aceptados sin resentimientos», afirma Torres Mora.

En su detención, Jhon decide entrar al programa de desmovilización colectiva e iniciar una nueva vida con su esposa e hijo, quienes afirma que son su motor e impulso para seguir adelante y darle todo lo que él no pudo disfrutar.

El artista del pincel y la aerografía afirma que uno de los momentos más felices de su vida, fue cuando le notificaron su libertar y afirma que «cuando me informaron que ya era una persona libre, no lo creía… Al fin podía realizarme como persona entregándome plenamente a mi familia, darle un bello futuro a mi esposa e hijo. Definitivamente la libertad es la libertad y no tiene precio que la compre».

La actividad fue organizada por el Departamento de Humanidades de la Universidad de Santander, en el marco de la 'Cátedra de Paz'.