En la UDES se rindió homenaje al fundador de la filosofía contemporánea y moderna en Colombia: Rafael Carrillo Lúquez

Con el conversatorio sobre la vida y obra de Rafael Carrillo Lúquez, académicos de la Universidad de Santander, junto a filósofos, abogados y licenciados en Ciencias de la región, rindieron tributo al también precursor de la oralidad en el aprendizaje y la práctica del derecho.

En esta oportunidad La UDES – Valledupar, de la mano de la Biblioteca Departamental y una delegación del Banco de la República trabajaron para destacar la obra del inquieto niño del corregimiento de Atánquez, todo ello en el marco del Programa “Café con Arte” que nace en la Rectoría de la Institución. “Se realizó este encuentro con el objeto de que los personajes nativos de nuestra región permanezcan en la memoria viva de todos los que tenemos la oportunidad de vivir en esta ciudad”, manifestó el rector sede, Carlos Morón Cuello.

De igual forma señaló que “Café con Arte”, es un espacio académico que la Universidad de Santander desarrolla en su programación académica con el fin de resaltar los valores culturales, artísticos y de trascendencia de cada una de las regiones donde la institución tiene sus sedes “aquí en Valledupar sin lugar a duda tenemos que resaltar lo importante no solo de las personalidades, si no de muchas costumbres que se han ido perdiendo, para que sean tenidos en cuenta en la memoria histórica del departamento del Cesar”.

Así las cosas el magister en Ciencias Económicas y Humanas, Numas Armando Gil Olivera, quien desde hace 30 años ha estudiado la vida y obra de Rafael Carrillo, dijo que del fundador de la filosofía moderna en el país se pueden destacar todas las reflexiones que hizo, tanto pedagógicas como filosóficas, y sociales dentro de su qué hacer filosófico; en particular sobre el estado social de derecho, sobre el derecho contemporáneo, una reflexión de la filosofía antigua y moderna.

En el marco del encuentro Gil Olivera señaló el mensaje que Carrillo Lúquez dejó en algunas de sus líneas: “allí donde se aleja la pasión, se instala la apatía y eso es lo que está instalado en este el mismo pueblo de Carrillo, la apatía porque no hay pasión y  en estos momentos la leyenda se va imponiendo ante el mito”, concluyó.